- ¿Qué harías si me muriera?
Aunque le ha cogido desprevenido, Vanilla reacciona deprisa.
- Últimamente haces preguntas incómodas, Sivé.
- Últimamente eludes las respuestas a mis preguntas, V.
No lo dice en broma. Quiere una respuesta y la quiere ya.
Sivé nunca exige nada. Porque no le hace falta.
- Si murieras, moriría contigo.
Sivé no sonríe, ni se alegra. Tampoco se enfada ni entristece. Parece, simplemente, decepcionada.
- Mira que eres estúpido.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
A veces necesitamos hacer preguntas incómodas, aunque sean obvias. Aunque en el fondo sepamos la respuesta, necesitamos escucharla salir de la boca del otro para confirmar la certeza.
ResponderEliminarsi las evade tendra buenas razones
ResponderEliminaro quiza tenga la respuesta en sus ojos
¿Qué respuesta quería entonces?
ResponderEliminarSaludito :)
Le responde rápido y sin pensar para salir del paso, porque nunca se habia hecho a si mismo esa pregunta.
ResponderEliminar