- ¿Hasta dónde se puede querer a una persona, Vanilla?
- ¿Cómo que hasta dónde? Querrás decir cuánto.
Detiene sus pasos, gira sobre sus talones y sacude la cabeza. En momentos como éste, a Vanilla le parece una niña pequeña.
- No. Hasta dónde.
Vanilla levanta los hombros. No la entiende. Entonces ella se sienta en el suelo y le araña los ojos con sus ojos.
- ¿Hasta dónde me quieres tú?
Ah, claro, así que es eso. V comprende, o eso cree. Se deja caer a su lado y señala al frente.
- ¿Ves esa delgada línea que rompe el azul y tiñe la tierra de asfalto? -espera a que ella asienta, lentamente, sólo una vez -. Pues bien, yo te quiero hasta allí.
Ella se encoge, se hace una bola agarrándose los tobillos y murmura:
- Eso es muy poco, V. Muy poco.
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Hola seraph, siente haberme tardado tanto en pasarme por tu blog... y más vieno lo que escribes ^_^ (y tambien para comerte sí, :P), un ebsote seraph ^_^. XA-LFDM
ResponderEliminarCreo que nunca podremos saber hasta donde amamos. Todo es relativo :)
ResponderEliminarbonito texto, Seph