"Las cerezas sabían mejor después de la temporada, cuando ella las sacaba de su congelador mágico y me las ofrecía entre sus dedos blancos y fríos".

Una carta para tí

Tú, que has medido la tripa de niños desnutridos mientras apartas los guisantes a un lado del plato y has acertado a decir “fíjate”, señalando la pantalla con el tenedor.

Tú, que te has escandalizado ante la noticia de una lapidación y dos segundos después has abofeteado a tu mujer.

Tú, que ves las noticias con la misma indiferencia que los anuncios televisivos.

Tú, que piensas que es injusto que las adopciones en los países subdesarrollados sean tan complicadas, y que al mismo tiempo proclames que las parejas homosexuales no tienen derecho a formar una familia.

Tú, que te dejas manipular porque es más fácil que muevan los hilos por ti.

Tú, que te quejas del frío, del calor, del mal vino o de la cantidad del cloro de tu piscina.

Tú, que admiras las obras de beneficencia de una “Iglesia solidaria”, que invierte más capital en su magnificación del que sería necesario para barrer el hambre.

Tú, que dices vivir en la parte desarrollada del mundo, y te tapas la nariz al pasar junto al hombre que duerme en el segundo banco del parque.

Tú, que te encoges de hombros, murmuras “¿qué se le va a hacer?” con media sonrisa, y devuelves la vista a tu vida de urbanita, porque prefieres no involucrarte en estas ni en tantas otras cosas…

¿Realmente te has detenido a pensarlo? ¿De verdad sientes ese “qué se le va a hacer”? La comodidad de tu primer mundo te invita a relajarte, echar una siesta y dejar secar al sol las lágrimas de cocodrilo que tal vez, y sólo tal vez, te ha provocado esto.

“El mundo es injusto”, dices. Y sí, te quedas más ancho que largo. Has pronunciado la sentencia del día, y estás orgulloso de ella. “Todo es tan difícil”, “haría falta tanto dinero”, “eso no tiene solución”.

La resignación es más fácil, las excusas más económicas y la ignorancia más útil.

Así que tú, que disfrutas de tus series favoritas mientras cenas, que conduces un coche que consume lo que un país tercermundista te da, y además lo contamina. Tú, que discutes por banalidades con el jefe, con la pareja, con los hijos y con el panadero. Tú, que duermes por las noches bajo un techo que no aprecias por medir menos de 90 metros cuadrados. Tú, que prefieres no saber qué es una utopía para no tener que construir una… Relájate y disfruta de tu estancia en el Primer Mundo, juega tu rol en la sociedad desarrollada y sonríe al pensar que podrías haber nacido en otras circunstancias.

Y los demás, que se apañen. Haber elegido muerte.


O Fortuna, Carmina Burana. Carl Orff

5 comentarios:

  1. Sabias palabras, sabia elección musical.

    Lamentablemente, todos somos así. Unos un poco más, otros un poco menos. Es una mierda, pero nos hemos aburguesado, por mucho que digamos que no, que queramos una revolución... Lo único que nos importa es la hipoteca, el coche, trabajar para vivir y para que, al final, nos quede lo suficiente como para no tener que seguir trabajando.

    Si eso, limpiamos nuestra conciencia apoyando una "buena causa" con cualquier asociación benéfica, siempre y cuando no exija mucho dinero, claro.

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  2. Y siempre ha sido el mismo cuento. Somos egoístas por naturaleza. Si el tercer mundo te pilla lejos, ¿Para qué pensar en él? Es la triste realidad de lo que somos.



    miau
    perruno

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  3. Estic totalment d'acort amb Gala... doncs, qué és el que puguem fer?. Tots busquem la seguretat, la tranquilitat, la pau... a quin preu veritat?
    El meu benestar..., significa el sufriment d'altres persones?... dolor, angoixa, fam, enfermetats...
    Em senc molt mal quant pense tot açó.
    El ser humà és l'únic animal de la terra que destrueix quant busca el seu benestar, si!... sempre per a millorar tenim que obrir una ferida en el món; o bé a la nàtura o bé en les persones... qué importa, al fi i al cap no sé ni on ni a quí. Quina merda!!!
    Som egoistes, som ipócrites i falsos.
    Així i tot tenim que pensar amb esperança, tenim que ser positius... saber, que sí que hi ha gent al món que és solidaria, que treballa pe'ls demés i es deixa la pell al fer-ho, que no és egoista ni hipócrita... i que per eixa minoría de gent és per la que realment val la pena viure.
    Algo fare'm no?

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  4. es poco lo que se puede hacer
    pero se puede cambiar

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  5. Otro mundo es posible si tú estas en el

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