"Las cerezas sabían mejor después de la temporada, cuando ella las sacaba de su congelador mágico y me las ofrecía entre sus dedos blancos y fríos".

El turno de la Lluvia

Anoche vino la Lluvia a avisar de que hoy saldría ella a jugar, que ya era hora. Que le tocaba. Sivé estaba durmiendo y Vanilla le abrió la puerta. Tomaron té sentados en el suelo y hablaron de tonterías. Pero claro, la Lluvia venía a lo que venía y no se dejó engañar por las sonrisas de V. Antes de irse, le dio un beso y le dejó toda la cara mojada, pero se lo repitió: hoy las calles serían suyas. V sabe que a Sivé no le va a hacer mucha gracia, pero también sabe que no es justo que ellos se pasen los días jugando y la Lluvia no pueda salir ni un ratito. Así que prepara un vaso de leche bien grande y se lo lleva a la cama. Sivé se ha despertado, porque la Lluvia está haciendo mucho ruido.

- Vino ayer a decírtelo, para que no te enfadaras. Estabas dormida.

Sivé sigue mirando a la ventana, siguiendo las gotas con los labios apretados. Le fastidia. Entonces ve la leche. Se encoge de hombros y se resigna:

- No pasa nada. Podemos jugar aquí.

3 comentarios:

  1. Se ve que la nieve tambien ha decidido salir a jugar hoy, le ha dado envidia de lluvia. Hoy Sivé y todos nosotros nos quedaremos mirando desde la ventana. Un beso^^

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  2. Con lo chulo que es jugar bajo la lluvia, ¿cómo puede preferir jugar en la habitación? ¡No puede ser!


    miaumiauconsaboracereza

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