"Las cerezas sabían mejor después de la temporada, cuando ella las sacaba de su congelador mágico y me las ofrecía entre sus dedos blancos y fríos".

De aquellos, qué pocos quedan.

De los que quieren libertad para pensar.

De los que quieren que no les miren sin comprender cuando admitan que sí, de los que piensan, cuando lo digan, en voz alta y con orgullo, en el centro de la plaza. De los que no quieren que a un par de señoras se les caiga el capazo de la compra, y vengan a detenerles por escándalo público. Porque pensar, señores, aún no está prohibido. Ya pasamos por ello, ya, y volveremos a pasar, por eso no se preocupen. Pero ahora, en este momento, hoy, aún no es delito.



De los que quieren ser libres para decidir, por iniciativa propia, sin publicidad (sub)liminal, sin presión de mandos superiores, ni inferiores, ni de nadie. De los que quieren poder pensar, y poder decir lo que piensan sin pedir permiso, sin pasar por el filtro de censura social.

De los que quieren poder pensar. De los que, si hoy no lo hacen, sea porque están cansados, porque es un buen o un mal día. Porque no les da la gana.

Y punto.



1 comentario:

  1. El vídeo mola mazo... eso no hay quien se lo quite... ¿es de una peli? ¿o un anuncio? La canción me recuerda a una de Lionel Richie.

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